Mi intención no es solo que conquistes metas que alguna vez parecían imposibles, sino que ese logro se convierta en un banquete de poder, abundancia, placer y libertad, envuelto en más belleza, más calma, más pasión.
Que no solo celebres lo que lograste, sino la mujer luminosa en la que floreciste y las almas que tocaste con tu presencia. Hay realidades que se resisten a ser encerradas en un lenguaje: el amor, la belleza, el buen gusto, la creación. Al ponerlas en palabras, siempre algo se nos escapa, como si su misterio no pudiera fijarse en una frase. Para mí, la vida, el amor y los negocios responden a esos mismos códigos invisibles, y cuanto más intentamos explicarlos, más lejos quedamos de vivirlos. La única forma real es rendirse a la experiencia, y dejarse atravesar por ella.
Mi deseo es muy claro: que todas las mujeres OSADAS puedan vivir sin pudor, recordar y encarnar todo su poder, reconocerse más allá del brillo que hoy se animan a mostrar, siendo pacientes y compasivas con sus procesos.
Que sepan que la expansión puede ser con calma, sin tener que dejar partes afuera.
Deseo que cada conquista que celebren en sus vidas y en sus empresas esté impregnada de una paz absoluta, y de la certeza de qué es lo verdaderamente importante.